Pedro Segundo Tavacca

viernes, 28 de diciembre de 2012

Más allá de la violencia





Más allá de la violencia


Nadie duda en calificar a la violencia como aquel comportamiento o actitud que está fuera de lo natural, convencional o justo y que puede afectar a uno mismo o a los demás.
En países que funcionan dentro de pautas que pueden llamarse de adecuado ordenamiento social las autoridades tratan de evitar los actos de violencia aplicando leyes o disposiciones oficiales con la intención de ordenar la convivencia para lo cual se ordenan las actividades de las fuerzas policiales con la finalidad de individualizar a posibles infractores o delincuentes, tratando siempre de mantener el orden basándose en que el “derecho propio termina donde comienza el de los demás”. ¿Dónde y cómo se originan los actos de violencia? Es fácil llegar a la conclusión de que los mismos deben evitarse anticipadamente o resolverse, dentro del hombre mismo antes de que se lleven a cabo en lugar de buscar castigos cada vez más severos. La solución definitiva radica en la transformación individual y para ello el camino a recorrer comienza con el accionar de una adecuada educación que persiga la finalidad de hacer al ser humano inteligente, armónico, sensible y equilibrado, lo cual parece ser la razón de nuestra existencia en la Tierra, aunque resulte arduo pero no imposible reunir tales condiciones en su plenitud.
No se trata de insuflar a presión en los niños y en los jóvenes conocimientos teóricos sino en tratar de que aprendan a discernir y a ver las cosas y los hechos tal cual son y lo más valedero es encaminarlos en el valioso recurso del autoconocimiento. Otro factor importante es despertar en los estudiantes la propia sensibilidad a fin de  que aprendan a ver y comprender todo lo que les rodea para lo cual es necesario observar con detenimiento e imparcialidad. El buen ejemplo que se recibe desde afuera es también un factor muy importante en el cual está incluído todo el medio ambiente circundante. No resulta difícil comprobar que los actos que están animados de buena voluntad y afecto tienen la particularidad de expandir su influencia y multiplicarse y así lo podemos valorar con el ejemplo que nos dejó el Mahatma Gandhi cuando liberó a la India del colonialismo británico basándose sólo en su doctrina de la no-violencia.
No se puede dejar de reconocer la notable influencia que produjo hace un poco más de dos mil años la aparición del precepto “amaos los unos a los otros” que es la base sobre la cual se asienta la indivisible conexión de todos los seres humanos entre sí, hecho que hoy más que nunca debe hacernos reflexionar merced el incremento de la violencia que en pequeña y grande escala, en todos los niveles vemos generarse en todo el mundo. En estos días en que los occidentales conmemoramos una fecha muy significativa, cuando estemos frente al tradicional arbolito de Navidad, reflexionemos sobre los hechos que se han venido relatando, en los cuales todos estamos involucrados porque somos indiscutiblemente parte de la humanidad.

Pedro S. Tavacca
L.E. 05.957.214
Te. 0341-4931669




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martes, 24 de abril de 2012

EL AUTOCONOCIMIENTO XV - en you tube -


EL AUTOCONOCIMIENTO XV
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Cuadro de texto: “Posee el hombre facultad racional y por lo tanto tiene el derecho y el deber de usarla, aunque nunca en oposición con la Ley del orden y de la armonía. No debe abusar de los naturales dones que Dios le ha concedido y ha de considerar todas las cosas como dones divinos y su cuerpo como templo viviente de Dios e instrumento de manifestación del divino poder”.
a la luz”) en you tube, aqui

Después de un breve lapso volvemos con el comentario de las Cartas Rosacruces con plena consciencia de que se trata del más complejo contenido de las Enseñanzas Rosacruces. Realmente arduo resulta llevar a cabo lo que exponen estas Cartas que se vinculan preferentemente con nuestra autotransformación. Lamentablemente la casi general postura es ocuparse de los defectos ajenos, sin embargo lo altamente valedero es tomar plena consciencia de los propios, con miras a erradicarlos, aunque para ello tengamos que poner en juego nuestras más caras energías.
La Carta que aquí estamos comentando hace referencia, con acierto, al derecho y el deber que el hombre tiene de formular juicios, de discernir o tratar de explicar la realidad; pero aquí surge la suposición de que no resulta fácil determinar por qué a veces se hace tan difícil formular un juicio correcto. Es también muy extraño por qué sobre un mismo tema a veces se oponen diametralmente distintas opiniones. Esto quizás puede deberse a que la capacidad intelectual, o sea la inteligencia, no es la misma para todos o también porque obran distintos factores personales que influyen para que los platillos de la balanza se inclinen hacia uno u otro lado.
LEY DEL ORDEN Y ARMONÍA
En el Cosmos, en el Universo íntegro, reinan algunas condiciones que hacen que el mismo funcione con la mayor eficiencia. En esta Carta se hace mención a una supuesta ley que suele llamarse del “orden y la armonía”. Cuando se habla del orden se quiere significar que todo está en el lugar que corresponde y que las cosas conservan buena disposición entre sí y cuando se hace referencia a la armonía se la vincula con la conveniente proporción y correspondencia de una cosa con otra, lo cual hace que el Universo sea la máxima expresión de exactitud y justicia a pesar de que a veces nos parezca lo contrario. De todo esto surge, como consecuencia, de que nuestra racionalidad nunca debe apartarse del orden y la armonía porque en tal caso se cae en el error generado por el accionar de nuestras apetencias personales o sea del egocentrismo, vanidad y confusión, a la cual la Carta que estamos comentando considera como un abuso de los naturales dones que Dios nos ha conferido.

NUESTRO CUERPO ES UN TEMPLO VIVIENTE
Qué difícil es considerarlo así de acuerdo a lo que vemos en la vida diaria, ya que en los hechos con harta frecuencia se hace uso de él para gozar de la más nutrida gama de placeres con lo cual se deteriora prematuramente.
Con palabras simples pero comprensivas para el gran número podemos comparar al cuerpo humano con un automóvil al cual adquirimos con 0 km. En ese momento, al entregarnos el coche, recibimos un manual de uso al cual debemos cumplir de la mejor manera posible para su buen funcionamiento, siguiendo todas las recomendaciones que el manual nos detalla. Cuando nacemos no recibimos un manual de uso indicativo del adecuado manejo del cuerpo, pero lo estructuramos de acuerdo a lo que vemos alrededor nuestro, observando en otros los daños que producen los comunes hábitos malsanos, de tan frecuente uso, tales como el tabaquismo, alcoholismo, drogadicción y otros de menor gravedad. Es altamente saludable salir triunfantes ante las pruebas que se nos presentan porque todo forma parte de la fundamental tarea del auto conocimiento que nos conducirá a dar los primeros pasos en el más valioso Sendero espiritual. Tal es el objetivo que han perseguido los Hermanos Mayores al dejarnos las Enseñanzas que tenemos el privilegio de haber recibido.
Pedro Segundo Tavacca




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lunes, 6 de febrero de 2012

EL AUTOCONOCIMIENTO (XIV) - en you tube -


EL AUTOCONOCIMIENTO (XIV)
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Antes de continuar con los comentarios de las Cartas Rosacruces diremos que de acuerdo a referencias que obran en nuestro poder, las mismas fueron escritas poco antes de la fundación de la Fraternidad Rosacruz y la aparición del Concepto Rosacruz del Cosmos.
A estos hechos quizás se alude en la Carta Nº 7 “Los Hermanos” donde se dice “Pronto aparecerá la luz en este siglo. Se descorrerán muchos velos y será revelada la verdad subyacente en las fórmulas. La humanidad se acercará más a Dios. No podemos decirte ahora por qué ocurrirá en este siglo. Nos limitaremos a decir que todo tiene su tiempo y su lugar y que todas las cosas en el Universo se hallan reguladas por la divina ley del orden y la armonía”. Sería un hecho muy valioso difundir el contenido de las Cartas originales escritas por los Maestros rosacruces que trabajan anónima y desinteresadamente en beneficio de la Humanidad.

EGO
Con relación al comentario del fragmento de la Carta que ahora nos ocupa comenzaremos intentando clarificar el significado del término “ego” que se usa en Psicología desde hace muy poco tiempo. Podría definírselo diciendo que es el “si mismo” o sea la estructura psíquica que una persona ha ido generando a lo largo de su actual existencia y de sus vidas pasadas. Está, por lo tanto, plena de contenidos en su mayoría inconscientes, a los cuales resulta muy difícil conocer y manejar que se vinculan con el enigma más profundo que se puede plantear el ser humano, a saber: ¿Quién soy, de dónde vengo y adónde voy?
Con respecto al ego puede decirse que la excesiva exaltación de la propia personalidad, catalogada como egocentrismo, puede llegar a niveles patológicos haciéndose muy ríspidas las relaciones con el prójimo. A los efectos de que las experiencias ajenas nos resulten útiles podemos hablar de personas con un ego irascible o calmo, con un ego agresivo o pacífico, con un ego tímido o audaz, pudiendo seguir indefinidamente mencionando opuestas cualidades y caracteres a nivel emocional. A nivel racional influyen en la generación del ego los objetivos que consciente o inconscientemente se sustentan a lo largo de la vida. Para algunos la razón de la existencia radica en la consolidación de una sólida situación económica y para otros puede ser investigar lo relacionado con el llamado campo espiritual. Es importante también señalar la opinión que se sustenta acerca de las consecuencias que puede acarrear la propia conducta, o sea si se tiene una noción aunque sea vaga de la vigencia de una ley natural a la cual debemos ajustarnos, cual es la de Causa y Efecto.  Si así ocurre esa convicción será un rasgo muy saliente de la personalidad y el ego reflejará prudencia.
Este heterogéneo complejo de cualidades, convicciones y tendencias conforman el ego personal en el cual están enraizados el origen y la razón de todos los aciertos que nos hacen gozar de una vida plena y por supuesto también son el fundamento de todas nuestras zozobras y problemas personales como también de todos los conflictos que pueden surgir en la vida de relación. Sin embargo los aciertos y errores que van jalonando nuestra existencia son la base sobre la cual se cimenta la espiritualidad, que tarde o temprano todos hemos de alcanzar. Nos vamos equivocando y así aprendemos. Todo lo expresado debe ser considerado desde un punto de vista eminentemente práctico porque de muy poco valor resulta quedarse en el plano teórico.
Conocimiento del Ego
Esta Carta formula la premisa de que quien conoce la estructura del Ego es sabio, lo cual significa que es imperioso tener consciencia de todo lo que se mueve dentro de nuestro mundo interior. Proyectamos dirigirnos en una determinada dirección y puede resultar que sin una causa valedera a veces optemos por la contraria. Hoy estamos en el mejor de los mundos y mañana podemos caer en la depresión o la desazón. En este aspecto nuestras Enseñanzas nos brindan los recursos a los cuales podemos recurrir para emprender la hermosa tarea de nuestra clarificación y ordenamiento y así encontramos que en el Capítulo XI “Visión espiritual” del libro “Cristianismo Rosacruz”, Max Heindel nos dice que el discernimiento es “la facultad que nos permite distinguir entre lo esencial y lo sin importancia, separando la realidad de la ilusión, lo duradero de lo efímero”. En otras palabras podemos decir que mediante el discernimiento nos resultará posible apreciar las cosas tal cual son y no como imaginamos o nos agradaría que pudieran ser. Enunciar normas no es tan difícil pero lo arduo es su aplicación porque el primer obstáculo con el que nos encontramos es que casi invariablemente no somos absolutamente imparciales para emitir un juicio ya que no es tarea fácil desligarnos del condicionamiento emocional y racional que nos ha impreso la educación que hemos recibido, el medio ambiente que compartimos o la tradición en la cual nos hemos criado y que inconscientemente estamos alimentando. Precisamente el discernimiento nos ayudará a conocer la estructura de nuestro Ego, acercándonos lentamente al ideal de la Sabiduría.

Auto Observación
Algo en lo que quizás no hemos reparado es que continuamente generamos imágenes de las personas con las cuales estamos en contacto que por supuesto pueden haber cambiado en su forma de ser y de pensar; pero quizás la imagen más importante es la que tenemos de nosotros mismos cual es de que somos siempre los “buenos de la película” mientras los demás son los malos. Es más fácil ver los defectos ajenos que ver los propios. El discernimiento siempre debe ir acompañado de la observación, también mencionada en el mismo capítulo del libro “Cristianismo Rosacruz” a la cual debemos hacer extensiva a lo que ocurre dentro de nosotros mismos y a la conducta con la cual nos manejamos a diario. Esta actitud de auto observación debe ser mantenida a lo largo del día en lugar de vivir de una manera inatenta o displicente. Es importante estar siempre muy atentos para tener consciencia de cómo actuamos en los hechos en los cuales nos toca intervenir para evitar los errores, ya que una vez cometidos no es fácil repararlos en forma inmediata. El actuar precipitado no es atributo de una persona inteligente y cuerda. De acuerdo a lo que surge de las Cartas que estamos intentando comentar y a la esencia de la Enseñanza Rosacruz por todos conocida, estamos en condiciones de afirmar que nuestra armonía interior tiene la virtud de modificar los acontecimientos  que se producen a nuestro alrededor ya que esa interna vibración armónica tiende a entrar en contacto con hechos y circunstancias externas de idéntica naturaleza y calidad. Si nosotros cambiamos, también cambia nuestro entorno. El destino está siempre al alcance de nuestras manos.

Pedro Segundo Tavacca


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